Porta Palabras: EE.UU: Primer debate presidencial

9/27/2016

EE.UU: Primer debate presidencial


¿Quién ganó el prime debate de esta campaña presidencial? Para algunos, Hillary Clinton. Para otros, Donald Trump. Una encuesta de CNN/ORC -inmediatamente después del debate- a 521 votantes registrados dio por ganadora a Hillary con 62%, sobre 27% de Trump y 11% de indecisos. Organizaciones cívicas como Public Policy Polling también opinaron que Hillary ganó por amplio margen. No obstante, las encuestas online arrojaron un resultado diferente. Las encuestas online de CNBC (más de un millón de personas), de la revista Time (casi dos millones) y de FOX News (casi treinta mil) dieron por vencedor a Trump, al igual que la revista Business Insider
       En lo personal, me pareció ver ganar a Hillary, pero no por mucho margen. Creo que su experiencia política y años de servicio público le sirvieron de mucho, ya que realmente lució más preparada para el debate, más calmada y estratégica. Trump, por su parte, fue... Trump: impulsivo, tosco y directo. Sin embargo, ¿no es eso lo que sus simpatizantes exigen de él? Me parece que su popularidad descansa precisamente en que sus seguidores ven en él a un individuo diferente, un empresario que no tiene nada que perder y un enemigo declarado de los políticos tradicionales. Es muy llamativo que a menos de dos meses de las elecciones, Trump esté solamente 3% por debajo de Hillary, según el metódico sitio web 270towin.com, a pesar de todas sus innegables indiscreciones, exabruptos y faltas de diplomacia, sumadas a las masivas acusaciones de racismo, xenofobia y otros defectos en los medios y redes sociales. Da la impresión que -aunque asumiésemos que todos los racistas, millonarios y "deplorables" de la nación estén de su lado- no todos los que están a su lado son necesariamente racistas, millonarios o "deplorables". Si nos detenemos a analizar, es casi el mismo número de ciudadanos que apoyan a Hillary. Hay algo en esa ecuación que no deja de sorprender.
        Si este primer debate hubiese sido un combate de boxeo -y a ratos así lo pareció- yo diría que los primeros "rounds" fueron parejos, con un Trump moderado y una Hillary en calentamiento. Los "rounds" intermedios se inclinaron levemente a Trump, con su incisivo ataque a los tratados internacionales y la escueta admisión de Hillary al caso de los correos electrónicos borrados. Pero los "rounds" finales -que son los que a veces dejan la última impresión en los "jueces"- me parecieron ser conquistados por esta última, ya que logró traquetear a Trump y sacarlo de su guión, que por cierto pareció a veces mal preparado y hasta ingenuo, ya que según algunos críticos, dejó "salirse de la esquina" a su rival Demócrata cuando desperdició la oportunidad de atacar los antecedentes de Hillary (controversias de su esposo Bill), después que ella señalara los suyos (posible misoginia y evasión de impuestos).
       Un debate no es una elección. Creo que todos reconocemos eso, pero contribuye al convencimiento eventual de los llamados indecisos, así como de los cruciales "estados swing", aquellos en que los colegios electorales pueden inclinar la balanza definitivamente hacia un candidato u otro. Sólo espero que el siguiente debate presidencial (domingo 9 de octubre) esté más a la altura, que se discutan más temas de fondo y que ambos candidatos se abstengan de más retórica polarizada. De lo contrario, seguiremos encontrando sólo entretenimiento y diversión en un tema que reclama mayor importancia para quienes residimos en esta gran nación y en el resto del único planeta del universo con existencia de vida humana verificada. 


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