Un confuso incidente ocurrió en Austria cuando un empleado estaba transportando el dinero en efectivo de una pequeña sucursal bancaria en Obertauern en la provincia occidental de Salzburgo a la oficina principal en la cercana Radstadt. El empleado sacó los bolsos con dinero del maletero, con el fin de arreglar su neumático pinchado. Sin darse cuenta colocó los bolsos en una pendiente pronunciada y se deslizaron rio abajo, cayéndose en el agua. Los bolsos contenían 120,000 dólares. El empleado fue despedido.
La policía, los bomberos y los equipos de rescate realizaron una búsqueda exhaustiva de la vía acuática, pero sólo fueron capaces de recuperarse 3000 euros, informo la policía. No hay testigos que hayan confirmado la historia del empleado, pero la policía dijo que una investigación penal se ha puesto en marcha. El empleado, que estaba utilizando su propio coche para transportar el dinero, ha sido despedido por no seguir el procedimiento, de acuerdo con las normas preestablecidas por el banco.
La policía ha advertido a los posibles cazadores de fortuna de no ir a buscar el dinero: dada las fuertes correntadas y remolinos de agua. Según dijo el portavoz de la policía Anton Schentz, “sería totalmente absurdo y arriesgado tirarse al agua en busca del dinero”
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