El Golden Gate es uno de los puentes más emblemáticos y famosos de Estados Unidos. Fue
inaugurado en 1937, uniendo la península de San Francisco por el norte con el
sur de Marin, y forma parte de la vida cotidiana de los habitantes del lugar.
Son miles los vehículos, bicicleteros y peatones que cruzan sus 1,280 metros de
longitud, y ha sido catalogado como la mayor obra de ingeniería de su época. Sin
embargo, este lugar también tiene un lado oscuro, ya que es el lugar más
popular del mundo para cometer suicidio. Para el año 2012, un total de 1,600
cuerpos de personas que habían saltado del
puente en búsqueda de la muerte habían sido recuperados, ocurriendo el primero apenas 10 días después de la inauguración. Debido a esto, son muchos los curiosos que se acercan al puente solo para presenciar un suicidio en vivo.
Los trabajadores del puente detienen de suicidarse, por lo menos, a una persona cada semana, mientras que, aproximadamente dos personas al mes, llegan a cumplir su objetivo. La policía incluso asegura que muchas personas viajan exclusivamente a San Francisco con el fin de saltar del puente. El típico suicida del Golden Gate, tiene 41 años en promedio. La más joven en saltar, fue una niña de 5 años de edad, quien, en 1945 saltó porque su padre le dijo que lo siguiera. El más anciano fue un hombre de 84 años de edad. Los suicidas están convencidos de que tirarse desde este puente es una manera hermosa, pacífica y segura de morir, a pesar de que la realidad es otra. Se estima que la caída al mar dura 4 segundos, causando un fuerte impacto en el cuerpo. La fuerza de esta caída hace que los huesos se destrocen y se desgarren los órganos internos. El corazón se puede separar de la aorta, la pelvis, partir en dos, y el cuello se puede romper. Si por milagro la persona sigue viva, morirá ahogada o de hipotermia debido a las bajas temperaturas del agua. Lo asombroso de esto, es que el 2% de suicidas lograron sobrevivir a la caída. 34 personas en total.
puente en búsqueda de la muerte habían sido recuperados, ocurriendo el primero apenas 10 días después de la inauguración. Debido a esto, son muchos los curiosos que se acercan al puente solo para presenciar un suicidio en vivo.
Los trabajadores del puente detienen de suicidarse, por lo menos, a una persona cada semana, mientras que, aproximadamente dos personas al mes, llegan a cumplir su objetivo. La policía incluso asegura que muchas personas viajan exclusivamente a San Francisco con el fin de saltar del puente. El típico suicida del Golden Gate, tiene 41 años en promedio. La más joven en saltar, fue una niña de 5 años de edad, quien, en 1945 saltó porque su padre le dijo que lo siguiera. El más anciano fue un hombre de 84 años de edad. Los suicidas están convencidos de que tirarse desde este puente es una manera hermosa, pacífica y segura de morir, a pesar de que la realidad es otra. Se estima que la caída al mar dura 4 segundos, causando un fuerte impacto en el cuerpo. La fuerza de esta caída hace que los huesos se destrocen y se desgarren los órganos internos. El corazón se puede separar de la aorta, la pelvis, partir en dos, y el cuello se puede romper. Si por milagro la persona sigue viva, morirá ahogada o de hipotermia debido a las bajas temperaturas del agua. Lo asombroso de esto, es que el 2% de suicidas lograron sobrevivir a la caída. 34 personas en total.
PRECAUCIÓN: ESTE VIDEO PUEDE HERIR SU SENSIBILIDAD
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| Diseño de la red metálica que intentará frenar las tragedias |
Sarah
Rutledge, regresó al puente por segunda vez tras haber fallado en su primer
intento. En esta ocasión, no sobreviviría. Kevin Hines, el más conocido de los
sobrevivientes, contó que él tuvo una infancia muy dura, y que, a los 17 años
de edad, tuvo que luchar contra diversas enfermedades mentales que lo tenían
loco. Un día, decidió acabar con su dolor y arribó al puente Golden Gate para
acabar con su vida. Lo que llamó su atención fue que la gente pasaba sin
mirarlo, sin decirle nada a pesar de que estaba llorando. De pronto, una mujer
le pidió que le tomara una foto. Fue en ese momento en el que se dio cuenta que
a nadie le importaba lo que estaba a punto de hacer. Kevin saltó del puente, y
cuando su mano soltó la baranda, se arrepintió. Debido a la forma en que cayó
al mar, sobrevivió, y fue llevada a un hospital cercano. Allí le pidió
disculpas a su padre, a lo que señor le respondió “no, Kevin, discúlpame a mí”.
Hoy en día es un activista que lucha contra el suicidio a pesar de aun tener
problemas. Uno de los suicidios más comentados fue el de Roy Raimond en 1993.
Fue el fundador de Victoria’s Secret.
Debido a
la alarmante cifra de muertes que existen, se han instalado teléfonos en el
puente con línea directa para suicidadas con la finalidad de que no cometan
ningún error. El acceso de noche no está permitido a los peatones, y todo el
día hay policías vigilando. Solo en el año 2013, se han detenido a 118
potenciales suicidas, por lo que, en el 2014 las autoridades de San Francisco
tuvieron que aprobar el proyecto de una red de acero que se calcula detenga a
aquellos que salten.
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