Uno de los platos típicos de mayor predilección para los nicaragüenses es "El Vigorón". Esta delicia que se sirve en verde hojas de chagüite fue inventada por la granadina, de la Islita, María Luisa Cisneros Lacayo, conocida como "La Loca". La historia del Vigorón inicia en 1914, cuando se comenzaba a encender el espíritu deportivo nicaragüense por la práctica de hoy deporte rey de la nación pinolera: El béisbol. Es en Granada también, donde surge el primer club de jóvenes deportistas que conforman lo que llamaron: Club "El Japón". "En Japón", según consultamos en el libro
"Granada" del doctor Alejandro Barberena Pérez, era el nombre "más en boga" de esa época. Los fundadores principales de ese Club fueron los estudiantes Carlo A. Morales y Coronado Urbina Bermúdez". Otros que conforman el Club fueron Miguel Lacayo, el Cátcher; Francisco "El Conejo" Acosta, Pítcher; Pancho Queco, en primera Base; Carlos Bermúdez, Segunda Base; uno que apodaban "Paciencia", Tercera; Juan de Dios Alemán, Short Stop; Pancho Cisneros, Primer Fielder; Lolo Abea, Segundo Fielder y Enrique Cisneros, el Tercer Fielder.
"Granada" del doctor Alejandro Barberena Pérez, era el nombre "más en boga" de esa época. Los fundadores principales de ese Club fueron los estudiantes Carlo A. Morales y Coronado Urbina Bermúdez". Otros que conforman el Club fueron Miguel Lacayo, el Cátcher; Francisco "El Conejo" Acosta, Pítcher; Pancho Queco, en primera Base; Carlos Bermúdez, Segunda Base; uno que apodaban "Paciencia", Tercera; Juan de Dios Alemán, Short Stop; Pancho Cisneros, Primer Fielder; Lolo Abea, Segundo Fielder y Enrique Cisneros, el Tercer Fielder.
El texto del doctor Barberena, editado en 1971, indica que después de surgidos los ánimos beisboleros en Granada, "se extendió a otras ciudades y salió el Managua; El San Fernando, en Masaya; León y Chinandega no se quedaron atrás". La fanaticada granadina se puede pulsar en los de la Otra Banda u otrabandeños, quienes llegaron al extremo de que las vende frescos y golosinas alimentaban por su cuenta a los jugadores "con tal de que practicarán todo el día", indica A. Barberena Pérez en su libro. La competencia entre las vendedoras de golosinas de la Otra Banda y la Islitas, hizo que "La Loca", al ver que las otrabandeñas producían yoltamal y elotes cocidos, mientras ella estaba sin su afamada chicha de maíz, por ser época de maíz nuevo, "ideo la venta de algo distinto y llamativo". María Luisa Cisneros Lacayo "La Loca", mantenía en el campo la Islita el negocio de chicha de maíz y de frutas. Jamás se imaginó que la idea de vender un nuevo producto alimenticio para competir con las de la Otra Banda se iba a convertir en uno de los platos típicos de Nicaragua. "Se le ocurrió con yuca cocida, ensalada, vinagre, chile congo, un pedacito de chicharrón tostado, un puñito de sal y en las hojas de chagüite, tendido en la palma de la mano, ofrecer el plato novedoso que ha constituido una de las tipicidades nuestras".
Además del plato que hace que muchos nicaragüenses cometamos actos "de mala educación" como lo es el de chuparse los dedos ante quien sea o chupar hasta la última gota de ese vinagre chiloso y agrito, "La Loca" también inventó el nombre del producto: El Vigorón. "La Loca" era un personaje muy popular en los campos de béisbol establecidos en 1914 en los barrios de Granada, por sus manifestaciones de alegría y sus palabrotas bullangueras que hacían exaltar los ánimos de los fanáticos. Un día María Luisa pegó un grito que a todos hizo voltear "la jícara: ¡El Vigorón… ¡El Vigorón! Hasta un día en 1914, no precisado por el historiador Barberena Pérez, a las cuatro de la tarde, el Vigorón sólo era conocido como un tónico reconstituyente que esa época se propaganizaba en la paredes exteriores de las casas. En la gráfica publicitaria se mostraba a un hombre tipo Arnold o Silvester Stallone, una masa de músculo que tomando a un toro por los cuernos y los hacía retroceder. Esto mostraba que el susodicho Tónico Vigorón daba la fortaleza deseada al más enclenque varón. "La Loca" que de loca sólo tenía el apodo, fue capaz de relacionar su producto creado con lo del llamativo anuncio del maravilloso reconstituyente. ¿Qué nombre le doy?, se preguntó a sí misma y al quedar viendo sobre una pared donde el fortachón hacia retroceder al toro, se le vino la luz y dijo ¡ahí está!: esta ricura no puede ser otra cosa que "El Vigorón". María Luisa solo pensó en algo que daría fuerza no sólo a los hambrientos y sedientos fanáticos de La Islita, también pensó en los peloteros.
Los jugadores fueron los primeros en probar el platillo verde que despedía un aroma que a todos conquistó como por encanto de "Las Mil y una Noche". El doctor Barberena Pérez, dice haber consultado con el doctor Servio A. Gómez, un brillante científico granadino que realizó novedosas investigaciones en materia de química y biología, para que le valorara las propiedades nutritivas del "Vigorón". Las consideraciones del doctor Gómez, quien descansa en la paz del señor, indica que la carne es rica en proteínas, pobre en carbohidratos y agua. Los huevos son escasos en grasa, carbohidratos y agua. "Pero el Vigorón contiene proteínas y vitaminas así: La grasa la suministra el chicharrón. Los hidratos de carbono van en la yuca, los minerales en la sal. El sabor se lo da el vinagre. La vitamina A,B,C y D van en la ensalada que se le agrega y los carbohidratos van en el ácido", revela el doctor Gómez. Cuando usted se "tira" un "vigoronazo granadino", envía a su estomago lo que toda ración de Vigorón debe contener: 10 gramos de grasa, 30 de prótidos y 60 de carbohidratos. Este platillo asegura 90, 20 y 300 calorías que sumadas dan un total de 410 calorías. Las calorías que necesita diariamente una persona son dos mil 500 calorías. En tanto unas cuantas raciones de Vigorón al día proporcionan las que le cuerpo humano requiere para mantenerse. Los entendidos en la materia sugieren agregar agua o bebida refrescante.
Entonces hace 85 años se inventó el Vigorón, auténticamente granadino, surgió en La Islita y La Otra Banda, para después "volar a todo el país y aún a lugares elegantes y aristocráticos de alta distinción". De modo que el apoyo de los masayas, "Los Come Yuca", está mal puesto. Porque los que la siembran, es bien cierto, son los de la ciudad de Las Flores, pero los que la convierten en el popular y típico plato nicaragüense de exquisitez infinita, son los granadinos. Sin duda el vigoron es un alimento exquisito que se puede disfrutar en nuestra Granada,Nicaragua.
El Vigorón es sin duda uno de mis platos favoritos. Siempre he sido específico con este plato nacional. Prefiero el chicharrón carnoso y la yuca no tan aguada, por supuesto con su respectiva ensalada de repollo y coronado con cebollitas encurtidas y unos chilitos. También me gusta acompañarlo con un Cacao de verdad. En Nicaragua era muy fácil encontrar un Vigorón de buena calidad. Por alguna cuestión rara, aquí en el sur de la Florida no sucede los mismo. Si bien es cierto que el Vigorón se encuentra en la mayoria de los menús de los restaurantes nicas, no sé porqué, pero no saben prepararlo. Al menos en los lugares que he visitado. Si alguién sabe de algún sitio en Miami que tenga un buen Vigorón, por favor díganmelo. Se los voy a agradecer.
ResponderBorrarExcelente artículo. De verdad que en las puertas de mis 40 y de zapatones jamás use caites, es hasta hoy que me encuentro con esta historia. Hasta me da ganas de un vigoroncito... si los emojis conocieran Nicaragua eso sería tan común como un 🌭, una 🍕 O un 🌯
ResponderBorrarDespues del terremoto de Managua del 72 iba a Granada con mis nuevos amigos de Masaya e ibamos a un lugar famoso que se llamaba Chicheria Paris, precisamente en una esquina cerca del colegio Salesiano, no se si existe aun, donde servian un buen vigoron al estilo granadino acompannado de un vaso grande de chicha, no solamente en Granada era famoso pues llegaba gente de toda la region. Tengo gratos recuerdos cuando iba a meterme al cine Guadalajara al aire libre en Masaya con mi vigoron servido en hojas y a comer con las manos. El vigoron es muy exquisito y de simple de realizacion, muy calorico por cierto, basta no abusar. Muy buen articulo sobre este plato popular.
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